Prólogo
Sin lugar a dudas este es un libro excelentemente bien escrito. Sus capítulos te atrapan en su historia, deseando avanzar cada vez más y más, como queriendo devorarlo de un solo vistazo. En todo momento te mantiene alerta y a menudo te roba una sonrisa, unas veces te hace enojar, y otras llorar.
Este es el tipo de lectura que te pone los sentimientos a flor de piel y te enseña a valorar muchas cosas. Aunque no hayas pasado por una situación así o similar, te hace entender lo importantes que son las personas que te rodean, como nuestros padres, nuestra pareja, los hijos, etc.
Sus páginas nos dejan entrever algo de la realidad y de la cultura de un país en donde el poder de la dictadura aún está vigente en pleno siglo XXI. Muchas de las personas involucradas en esta historia se perciben como hábiles e inteligentes, y como se menciona en el libro, algunos de ellos son seres sobresalientes.
Dichosos son los que han podido salir del yugo comunista, como nuestro escritor, al cual le agradezco por compartir sus vivencias y ese primer capítulo de ficción fantástica. Es increíble que alguien pueda ser detenido y encerrado en un lugar tan singular por unas fotos, de lo cual se desprende una ramada de historias. ¿Cuántas personas conocemos que les haya pasado algo así? Creo que la vida elige a los hombres desde la cuna para determinadas situaciones o tareas. Quizás su destino era escribir este libro y dar a conocer de primera mano tantas cosas de las que se habla, pero no se tienen testimonios verídicos.
En realidad, cuando una obra está bien hecha no se necesitan palabras, críticas, ni comentarios, solo el reconocimiento. Por eso, en hora buena cuando se puso la primera letra para su realización.

María Teresa Chávez Mateos
03-05-2011
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