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IntroducciónSi eres de los que ha oído hablar de la crueldad del régimen castrista, de lo infernal de sus cárceles y de sus métodos de tortura física y psicológica, pero no conoces los detalles, este libro es para ti. Pero si eres de los que aún cree en el mito de la Revolución Cubana, tienes a su líder como un ídolo y como un paradigma de revolucionario, y eres de los que piensa que ese sistema tiene grandes logros sociales, instituciones al servicio del pueblo y respeta los derechos humanos, este libro no es para ti, pues quedarás decepcionado al terminar de leerlo. Este libro se compone de un capítulo de ficción y otros 22 ajustados fielmente a la realidad, para un total de 23 episodios. Ellos son un testimonio de mi paso por la prisión del DTI Nacional del Ministerio del Interior de Cuba (MININT), renombrado recientemente como: DIVICO (División de Investigación Criminal y Operaciones), conocida popularmente como: “100 y Aldabó” por la dirección donde se ubica.
El capítulo inicial, llamado: “El regreso” o “Capitulo 0” porque aún no ha acaecido, es muy probable que sí ocurra en un futuro cercano. Cuando esa nación finalmente no aguante más el yugo castrista y se libere de una vez y para siempre de la esclavitud. Según el calendario Maya, el 22 de diciembre de 2012 comienza una nueva era para la humanidad. En el período previo a esta fecha, y mientras más cercano será más drástico, seremos testigos del desmoronamiento de los viejos sistemas y dogmas que ahogan a la humanidad para dar paso a una era de esplendor, de solidaridad y justicia entre todos los hombres y mujeres del planeta. Eliminándose así las barreras religiosas, raciales, sociales, regionales, étnicas, culturales, económicas, políticas, etc. Ya desde hace algún tiempo hemos podido observar el inicio de este proceso, que incluye la crisis y desintegración del sistema económico mundial y bancario, la crisis ecológica en todo el planeta, una exacerbación de los conflictos entre países y amenazas de una probable tercera guerra mundial. En la última etapa debemos ser testigos de la desintegración de los sistemas de justicia y policiales de la actualidad, que en algunos países como Cuba son abusivos y violadores de los derechos humanos. Igualmente, el derrocamiento de dictaduras militares como el sistema castrista, siendo éste uno de los máximos ejemplos contemporáneos de la brutalidad, el desprecio y la violencia hacia sus ciudadanos.
Este proceso ya se inició a finales de diciembre de 2010, con las protestas populares en Túnez, resultando en la caída del dictador: Zine El Abidine Ben Ali, a inicios del 2011. Esto sirvió de chispa para encender la mecha que llevaría a una explosión de protestas contra los viejos esquemas políticos que ahogaban a los pueblos de los países árabes del Norte de África y Oriente Próximo. Lo que produjo un efecto “dominó”, cayendo el dictador de Egipto: Hosni Mubarak en febrero del 2011 y Muamar el Gadafi en Libia en octubre del mismo año. Las revueltas se extendieron a Siria, Argelia, Bahrein, Marruecos, Iraq, Jordania, Sudán, Omán, Arabia Saudita, Líbano, Irán, etc.
Esperemos que la transición en Cuba hacia la democracia sea ejemplo de justicia y perdón, y no un baño de sangre matizado por el rencor a los esbirros que durante más de cinco décadas abusaron cruelmente de la población y la dividieron de dos formas: La primera y la más evidente: mandando al exilio a dos millones de cubanos. Más de la mitad reside en los Estados Unidos de Norteamérica, la nación que ha sido más solidaria con el drama cubano, a diferencia de la mayoría de los países del resto del mundo, que han sucumbido ante los “encantos” de un líder parlanchín y mentiroso, pero muy hábil a la hora de engañar a unos y amenazar o chantajear a otros, logrando que muchas personalidades de todo el mundo sean cómplices silenciosas del abuso, e incluso que otras lo apoyen incondicionalmente. En el intento por escapar de Cuba vale la pena recordar a las miles de víctimas que murieron en el estrecho de la Florida, algunos de ellos encontrados y otros muchos dados como desaparecidos. 
"Balseros" huyendo de Cuba hacia la libertad
La segunda y más solapada es la división interna del pueblo cubano. Estrategia seguida por Fidel Castro desde los primeros días de la Revolución para fragmentar a la población, siguiendo la máxima que dice: “divide y vencerás”. Convirtiendo durante más de 50 años a cada cubano en enemigo de sus vecinos y de sus compañeros de trabajo, fomentando las delaciones y la desconfianza entre todos, al punto de enemistarse incluso con la propia familia.
Los Comités de Defensa de la Revolución (CDR), creados para denunciar y vigilar a los vecinos
Es mi deseo que este libro contribuya a ayudar a conocer de primera mano los métodos usados por el Ministerio del Interior en su labor de represión y amedrentamiento del pueblo cubano. Simultáneamente al lanzamiento de este libro aparecerá en la Internet un sitio web que será su complemento, en la siguiente dirección: En su menú, que se encuentra en la parte superior, el lector encontrará la sección “imágenes”, donde podrá desplegar un menú secundario con la relación de capítulos. Aquí podrá ir viendo todas las imágenes y fotos que ilustran y enriquecen cada episodio. De esta forma, las personas que hayan adquirido el libro podrán visualizar a quién nos referimos o sobre qué estamos hablando cuando mencionamos: personas, lugares, objetos, sucesos, etc. En esta página también encontrarás, entre otros temas: los datos del autor y como contactarlo, novedades, nuevos testimonios sobre 100 y Aldabó, artículos, todas las opciones de compra del libro, enlaces recomendados a otras páginas del tema cubano, etc. Esperamos que el lector disfrute este complemento tanto como su autor al elaborarlo.
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