Agradecimientos
Les agradezco mucho y muy sinceramente a:
Los que me torturaron.
Los que hicieron todo lo posible por mandarme a prisión.
Los que se divirtieron y regocijaron con mi situación.
Los que fueron mentirosos, hipócritas, malvados.
Muy especialmente a:
Freyre, Juana, Milko y Ezequiel.
¿Por qué les estoy agradecido?
Porque me hicieron más fuerte, me obligaron a esforzarme como no lo había hecho nadie en 37 años. Porque me obligaron a tomar un camino nuevo para mí, el camino de la espiritualidad y de la pluma.
También le agradezco profundamente a:
Los que me cerraron las puertas.
Los que me defraudaron.
Los que me abandonaron.
Los que me engañaron.
Los que prefirieron no toparse conmigo, por estar "maldito".
A éstos, no vale la pena mencionarlos. Y entonces, ¿por qué les estoy agradecido?
Porque si todo el mundo me hubiera ayudado, principalmente los que podían y no lo hicieron,
todo habría terminado muy rápido y no hubiese tenido la oportunidad de asimilar lo mucho que aprendí.
En la dificultad y la restricción está la evolución. Quizás, con toda intención, lo hicieron por mi bien.
Finalmente, le agradezco de todo corazón a:
Los que estuvieron conmigo de principio a fin, sin miedo a represalias.
Los que me brindaron todo su apoyo moral y material.
Los que hicieron gestiones por mi situación, sin miedo a nada ni a nadie.
Los que me transportaron, me brindaron de comer caliente y beber vino casero.
Los que tomaron de su tiempo para compartir conmigo sus conocimientos.
Sé que no debo mencionarlos porque la mayoría viven en Cuba.
A cada uno de ellos los tendré siempre presentes, en mi pensamiento y en mi corazón,
porque son y siempre serán:
Mis hermanos
Yo mismo no supe cuantos amigos tenía hasta que me sucedió esta bendición.
Por cada uno que se destapó del segundo grupo, surgieron y se crecieron decenas de buenos amigos.
A todos ellos:
Gracias
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